Esta técnica consiste en aspirar grasa localizada justo debajo de la piel con cánulas muy finas cruzando los túneles y con cicatrices muy pequeñas. Con esta cirugía se consigue remodelar, dar forma y esculpir, extirpando toda la grasa que sobra.
No debe entenderse como una forma de adelgazamiento, sino como una manera de armonizar la silueta. La ventaja de esta técnica es que al ser tan superficial, la piel queda suelta y es capaz de retraerse.

La intervención se realiza con anestesia local y sedación, pudiéndose utilizar también anestesia regional o general. En éstos últimos casos, la internación es de 24 horas y la paciente vuelve a su casa con una faja especial que la debe usar por lo menos durante 20 días. Para un mejor resultado la paciente se somete a tratamientos de drenaje linfático y terapias de mantenimiento y adelgazamiento. El resultado es definitivo a los tres meses.
La aparición de hematomas es tratada mediante pomadas específicas y es aconsejable no exponerse al sol mientras estén presentes. Los resultados son permanentes, o de larga duración, con un correcto mantenimiento del peso corporal.

¿Está indicada la liposucción para mí?

Esta técnica de cirugía plástica es la más frecuentemente solicitada en la consulta. Los resultados obtenidos pueden llegar a ser muy buenos en aquellas personas con acúmulos grasos localizados, donde la lipoescultura alcanza los mejores resultados.

Áreas que pueden ser tratadas mediante liposucción:

• Cuello (papada)
• Brazos
• Tórax y mamas
• Espalda
• Abdomen y cintura
• Glúteos y caderas
• Muslos
• Rodillas
• Pantorrillas y tobillos

Lipotransferencia a otras zonas

Posibilidad de redistribuir la misma en otras zonas necesarias. Por ejemplo, extraer grasa de los glúteos y agregarla en los labios, o del abdomen a los glúteos, todo según el caso.